Pero no permitiendo que tal venrgonzoso incidente opaque tan alto, magnífico y honorable ensayo realizado, cambiemos de hoja y demos paso a lo siguiente:
Señores, hinquense porque el material que ahora les presento es una maravilla. Hace apenas algunos meses que Kate nos había agasajado con un material de altura, en donde revisitaba sus obras pasadas, aderezándolas con ciertos toques maestros de estudio y de sobregrabación.
Pero ahora nos entrega un material que la neta está de cagarse. Fuera han quedado las distorsiones, fuera han quedado los tamborazos, fuera han quedado los sampleos y los chillidos paladares. Quedán por el contrario, las texturas más envolventes generadas por el piano, los pulsos más sosegados a manos de Steve Gadd y las atmósferas y vocalizaciones más sugestivas que se le hayan escuchada a esta flaca de piel tersa y pelos largos.
Ahora sí que la chava me voló la tapa con estas pocas pero épicas composiciones cuya temática es la nieve y nada más que la nieve. "50 Words for Snow" es el nombre de esta magnífica obra en donde un reducido grupo de talentos crean una obra eterna. Favor de escuchar sin prisas, en calma, con sus audifonos y sin nada que los distraiga, de preferencia de noche y con telón de fondo el friíto paulatino que ahora nos acobija.
Deleitense pues con este material que en lo personal considero como lo más chingon que ha realizado Kate Bush.