lunes, 7 de junio de 2010

Algo que se extraña...

...la salsa.

Aunque no podria decirse por completo que este disco sea de salsa, estoy seguro que los amantes de este género de música lo apreciarán. Algo que podría llamrlo el sonido nuevo creado por un sueco que vivió en gringolandia pero que generó a lo largo de su vida música latina inspirada por ritmos y estructuras mexicanas, cubanas y brasileñas.
La comida que brindo a la reina es un deleite de recopilación de algunas grabaciones que el mismisimo Cal realizará del 51 al 57....osea hace ya mucho tiempo chiquititos. Algo que sobresale es que en ningín momento Cal toma perpetuamente la luz principal del escenario. Lo contrario, la comparte con todos los intérprets a quienes permite hacer lo mejor que saben:majestuposas interpretaciones (escuchen la de night in Tunisia, por ejemplo) y majestuosos solos del tamaño de un estadio.
Por supuesto que apreciarán las flautas de Modesto Briseño y Rolando Lozano. Por supuesto que apreciaran las teclas de Lawren Hewett o Eddie Cano ;y ni que hablar del increíble tenor de "el chombo" Silva. Y por supuesto que apreciarán la trompeta de Tony Ferran y el contrabajo de Victor Venegas. Pero lo que más me gusto de este disco son las percusiones....William Correa (conocido en el mundo de la música como Will BOBO) tuvo un golpe de suerte al conocer a Mongo Santamaría, con quién estudio y a quien tambien le sirvió de traductor cuando Mongo llegó a NY. Ambos hacen la mancuerna explosica de percusiones de este disco. En momento pareciera que las percusiones fueran elaboradas por 6 u 8 manos, pero no chiquititos son solo cuatro. Las de Bobo y Mongo Santamaría....escuche y saquen baba.

Así que preparen un buen sillón y un buen ponesua para escuchar:
Latino de Cal Tjader

1 comentario:

Moonman dijo...

Excelente el Carl Tjader. Excelente Latin jazz que justo raya en el borde del Muzak (musica de elevador), y es por ello por lo que brilla de encanto. En vez de ser el típico Latin Jazz de hueva con los mismos arreglos y las mismas instrumentaciones, aquí realmente hay originalidad aunada a una evidente virtuosidad. De hecho, Carl es el padre del Latin Jazz, y su vibráfono le da un toque exotico que justamente continúa la tradición Exótica inagurada por aquellos mismos años por grandes personalidades como Les Baxter, Martin Denny y el mismísimo Esquivel.
Esta música vibra de tan liviana y despreocupada que és, música sin una pizca de pretenciosidad. Música creada para bailar y para pasársela bien. Aunque despúes de media hora ya dan ganas de poner otra cosa. Sin embargo, aunque se puede escuchar con atención y deleitarse desde un punto de vista musical, esta música también funciona muy bien como música de fondo, de ahí su doble capacidad de poder centrar la atención, a la vez que ponerla fuera de foco sin perder su encanto